En estos encuentros guío
a un grupo de personas a una tarea profunda de auto conocimiento.
Permanecemos juntos por varias horas, según la duración
del taller y en esas horas comenzamos a llevar luz a esas
partes de nuestro ser que no conocemos. Y al no conocerlas
no podemos saber de sus necesidades ni tampoco cubrirlas
y eso nos impide tener una vida plena y felíz. Y
cuando hablo de llevar luz de conocer nuestro ser, me refiero
a nuestro cuerpo físico, a nuestras emociones y a nuestra
mente.
Propongo entonces un intenso
encuentro con el cuerpo, descubriéndolo, moviéndolo,
liberando tensiones que haya acumuladas en él y aprendiendo
a cuidarlo y a escuchar sus mensajes. Saber que nos está
diciendo cuando se enferma; qué necesidad no está
cubierta que necesita enfermarse.
Propongo también un encuentro
con las emociones, reconociéndolas y expresándolas a través
del cuerpo, liberando así la energía que está contenida
en ellas; limpiando, sacando hacia fuera lo que está entorpeciendo
el estar pleno y presente en el aquí y ahora. Nos encontramos
con nuestra mente, descubriendo patrones mentales que se
fueron grabando en nuestra mente a través de los años y
que condicionan nuestro estilo de vida. Trabajamos entonces
revirtiendo y re programando nuestra mente de acuerdo a
nuestra elección. Luego de ese tránsito por cuerpo y mente
llegamos a nuestro espíritu y a nuestro sentimiento más
puro que es el AMOR.
Todo esto lo vamos realizando
con todos los otros seres que nos rodean. Juntos vamos creciendo
y aprendiendo. Y en ese clima de unidad, después de un trabajo
muy intenso, comenzamos a ver la luz, nuestra luz interior
que nos acerca a las otras luces; y juntos, ya en contacto
con la energía superior comenzamos a irradiar hacia fuera,
hacia este hermoso planeta. Son experiencias realmente transformadoras,
donde el viaje comienza muy adentro para terminar fundido
con el cosmos en un hermoso sentimiento de éxtasis.
¿Qué Técnicas utilizas
en tus talleres?
Entendiendo que nuestros
pensamientos y los hechos externos producen emociones dentro
de nuestro cuerpo y que nuestro cuerpo es el vehículo a
través del cual se expresan las emociones hacia fuera; trabajo
todo el tiempo con técnicas que combinan los tres cuerpos
como un todo, el físico, el emocional y mental.
En lo físico utilizo técnicas
de desbloqueo, siempre partiendo del movimiento libre. Guío
a la gente para que descubran sus propias tensiones y busquen
el movimiento adecuado para liberarlo emitiendo distintos
sonidos que ayudan a liberar y a soltar toda emoción que
esté contenida en las cuerdas vocales. La música
está en primer lugar en mis talleres, ya que crea
estados emocionales muy especiales. Utilizo técnicas de
filósofos metafísicos de la NUEVA ERA como Louise Hay la
cual afirma que muchas de las enfermedades físicas provienen
de un estado de resentimiento profundo no expresado y de
grandes carencias afectivas. De no haber sido amados y aceptados
tal cual éramos.
Para sanar y reparar lo
que no hubo, utilizo técnicas de visualización creativa,
control mental y afirmaciones que ayudan a revertir lo grabado
en nuestras mentes y a construir lo nuevo, sabiendo que
tenemos el poder de armar nuestra experiencia presente de
acuerdo a nuestra elección, eligiendo nuestros valores y
estilo de vida.
¿Cómo te sentís durante
los talleres?
Para mi también es una experiencia
muy movilizante y hermosa. Es crecer juntos en este momento
de veda que nos toca. Me siento útil, me siento feliz, me
siento guiada. Durante todo el taller estoy totalmente conectada
con mi esencia, mi vos interior me guía paso a paso. Mi
personalidad queda afuera esperándome... Y siento cada grito,
cada llanto, cada risa golpear mi piel, penetrar mi cuerpo
y mi alma y transformarse en luz, en comprensión, en perdón,
en amor... Y el proceso de la sanación se va realizando
mientras energías superiores se hacen presentes para acompañarnos
y ayudarnos... Y sos vos... Y soy yo... Y es el todo...
Y es dios... Plenitud.
¿Qué preparación se necesita
para tomar tus talleres?
Ninguna preparación. Son
abiertos a todos los seres humanos que deseen sentirse mejor,
mas plenos y felices y tener encuentros más intensos,
directos y profundos con los demás seres. A mis talleres
acude gente que nada sabe de su cuerpo y nunca lo ejercita
y otros que saben mucho de él. Gente que no sabe
de emociones y otros con un gran conocimiento y manejo de
ellas. Gente que sabe llorar pero que nunca pudo gritar;
gente que grita y no sabe llorar. Gente con enfermedades
físicas terminales y gente con su cuerpo físico sano. Gente
dominada por su mente y otros con un muy buen uso de sus
pensamientos, sabiendo que ellos crean nuestro presente
y que nosotros elegimos cada pensamiento. Todos aprendemos
de todos. La tarea grupal es siempre enriquecedora si queremos
que lo sea. Los demás seres humanos, nuestros espejos, nos
pueden enseñar mucho si comenzamos a verlos. Y en ese tema
esta profundamente tratado en unos de mis talleres que se
llama: CRECIENDO JUNTOS.
¿Tenemos entendido que
en tus trabajos o encuentros, muy poco tiempo los integrantes
permanecen sentados ?
Sí, es cierto. Los
espacios son generalmente amplios y sin mobiliario. El piso
lleno de almohadones adonde nos sentamos algunas veces para
compartir algo vivido en nuestros cuerpos o en nuestras
emociones... Compartir lo que sea necesario; el trabajo
es interno... Y nos levantamos y el trabajo sigue. El cuerpo
y el movimiento nos conecta con nuestras emociones, con
nuestra mente, con nuestro ser interno.
Los descubrimientos son
rápidos al movernos y las transformaciones que podemos llevar
a cabo cambiando simplemente la forma en que nos movemos,
son generalmente inmediatos.
El movimiento, la acción
no habla acerca de los conflictos o dificultades y de cómo
resolverlos en cambio de eso los vive, los siente, se involucra
totalmente en ellos. El sonido y el movimiento nos devuelven
a una forma natural de expresión, nos conecta con nuestro
niño interno, nos conecta con nuestra esencia.
También propongo en varios
de los ejercicios el contacto con el otro ser humano. Primero
conectarnos con nuestro cuerpo, empezar a quererlo, a mimarlo,
a darle afecto, a sanarlo y luego conectarnos con los otros
cuerpos desde un lugar de amor y de luz. Y así reparar tanta
carencia afectiva. Recibir afecto y amor a través de nuestras
manos y de nuestros cuerpos. Que el tocarse no quede solo
relegado a las relaciones sexuales o de pareja. Que todos
podamos abrazarnos, sentirnos, mirarnos a los ojos, estar
presentes para nosotros y para los otros. Que todos podamos
tener una mano amiga que nos de calor cuando tenemos frío,
que nos brinde contención cuando todo parece derrumbarse,
sentir el latido de otro corazón en el nuestro y juntos
de la mano elevarnos hacia el infinito.
No estamos solos. Todos
somos uno. Vivir esa unidad a través de nuestro ser.
Son típicos los finales
de los talleres donde casi no nos diferenciamos, donde perdemos
el sentido de la individualidad para sentirnos un todo con
la energía superior, con el cosmos. Y mi cuerpo es tu cuerpo,
y vos sos yo y yo soy vos. Y juntos vamos de la mano. AMOR,
CONTACTO, PLENITUD.